30 agosto 2007

Bien hecho...


Una buena que vale por mil. Hoy por la mañana, Clarín publicó esto en su página web: Obligan a cuatro turistas a limpiar enormes graffitis que pintaron en rocas de Sierra de la Ventana

A diferencia de otras oportunidades, esta vez la comuna salió en defensa de lo que -no debería olvidar- es su bien más valioso: el medioambiente.


29 agosto 2007

El arte de la estupidez (Graffitis en el cerro Tres Picos)


El texto a continuación pertenece a Agustín Moreno. Y denuncia algo ocurrido en estos días:

Inexplicable actitud

En lo que parecía ser una ascensión más, de las que uno siempre disfruta con los miles de matices que regala la montaña, esta vez encontré un paisaje distinto. Una de las vistas más bonitas manchada por la mano del hombre. Hombre que, gracias a actitudes como éstas, demuestran que hay grupos de irracionales y bárbaros todavía en nuestros días, y que son quienes no quieren entender en relación a ecología y medio ambiente.

Aun con resabios de la última nevada de agosto, la montaña se brindaba desde tempranas horas iluminada por el sol que, con su implacable energía, seguía derritiendo la manchas blancas de los restos de nieve que se veían en la Pampa de los Guanacos, entre los Cerros Napostá y Tres Picos.

Llegando al punto de encontrarme como si fuera yo el nacimiento del Arroyo San Diego, mirando de noroeste hacia el sudeste, a mil metros sobre el nivel del mar, mi vista, acostumbrada a los colores naturales de la montaña se vio atraída por el color extraño de unas rocas rectangulares de 2x1 metro aproximadamente que se encontraban a cien metros de distancia. Hice el comentario a Federico, mi casual acompañante en esa ascensión y me dirigí raudamente a comprobar -in situ- que estaba pasando.

Un sabor amargo fue mi primera sensación al llegar al pie de las rocas. Acababan de ser pintadas con pintura sintética color rojo intenso y en ellas se leía claramente el nombre o apodos de cuatro seudo montañistas: Dipa; More; Salva y Pollo.La pintura estaba aun fresca por lo que deduje que habían sido graffiteadas en horas de la mañana o en la tarde del día anterior, viernes 17 de Agosto, día del Padre de la Patria. Lamentable coincidencia.


Me crucé con ellos

Cuando le pregunté a Mónica Silva, encargada de turismo de la Estancia Funke que cantidad de personas pernoctaban en la cueva me dijo que eran ocho; un grupo de 4, un grupo de 3 y 1 en solitario. Salvo error u omisión no quedaban dudas de que el culpable de tal atropello no podía ser otro más que el grupo de los cuatro. Y ese número de personas coincidía con las que yo me había cruzado cuando ascendía y ellos bajaban.

Ante tal situación y pensando que ese graffiti podría ser el inicio de una larga cantidad de pintadas hacia la cumbre me, vi en la obligación de informar a Mónica. Nunca mejor a tiempo mi llamado porque justamente ese grupo estaba llegando a la oficina de ella. Le comenté lo que había descubierto con detalles de los nombres o apodos que estaban escritos y coincidían en su mayoría con las primeras sílabas de sus apellidos salvo el pollo.

Le dejé en claro que le seguiría informando con que me encontraría a medida que ascendiera porque mi temor era que encontrara un desastre mayor a medida que siguiera subiendo.

Y lamentablemente no me había equivocado. A partir de esas rocas fue una sucesión de pintadas en el sendero, cada diez o quince metros, sobre las rocas, pastizal e inclusive se dieron el lujo de pintar el agua congelada que caía de las alturas.

Lo único favorable fue encontrar el aerosol completamente vacío en el inicio de la Canaleta de los Guanacos y no ver más pintadas en ningún otro lugar y tampoco en la cumbre.

Al bajar, ese mismo sábado 18 de agosto de 2007, me enteré de la denuncia penal que se llevó a cabo en la Comisaría de Tornquist por la gente de la estancia.

Información

Nunca me hubiese gustado ser partícipe o testigo de actos en contra de la ecología y el medio ambiente, pero ahora, al haberlo -fortuitamente- sido, hago una denuncia social contra individuos como los que dañaron el medio ambiente en el Tres Picos cuyos nombres y apellidos constan en la comisaría de Tornquist, y también denunciaré el hecho ante todas las ONG ambientalistas para que, al menos, se tenga conocimiento de como actúan estos señores y se trate de evitar que sigan haciendo tropelías, y en lo posible, y si cabe legalmente, se les impida el acceso a los Parques Municipales, Provinciales y Nacionales.


Agustín Moreno

25 agosto 2007

Cerca del Tres Picos... (Imagen tomada por Clara y Tomás Riccomagno, de Buenos Aires)

La tarde cae. Y se permite espiar al cerro Tres Picos. La altura más importante de la provincia de Buenos Aires... 1.239 metros de orgullosa estampa.

La imagen es obra y gentileza de Clara y Tomás Riccomagno.

Llegada del 2000... (Enviada por Agustina Montecino, de Bahía Blanca)

El año 2000 llegaba a Sierra de la Ventana. Y el festejo en el pueblo se hizo uno solo... Un testimonio del comienzo de ese año y esa fiesta.

En la imagen, mi hermano, Jonatan Ugarnes, Agustina Montecino, Amalia, Paola Massetti y Nacho. La fotografía es gentileza de Agustina Montecino.


23 agosto 2007

A lo lejos... (Imagen tomada por Sofía Bianchi, de Bahía Blanca)

Una mirada "salvaje" a la estación de trenes de Sierra de la Ventana. Que aparece, casi con tímidez, a lo lejos...

A sus espaldas, el cerro del Amor. La fotografía es gentileza de Sofía Bianchi.


17 agosto 2007

Adiós del día... (Imagen tomada por Marcelo Braz, de Buenos Aires)

Puesta de sol en el cerrito del Amor; uno de los lugares más emblemáticos y visitados de Sierra de la Ventana. Esta imagen increíble es obra y gentileza de Marcelo Braz.


Aquellos años... (Enviada, desde Puerto Rico, por Darío Lemos)

Saldungaray, 1994. Años de secundario en el Instituto Fortín Pavón. Camisas celestes, blazers azules, corbatas rojas y pantalones grises (luego, jeans). Metallica...

Años de viajar en el colectivo de Robin Valles. Superar los apenas 9 kilómetros que separan a Sierra de la Ventana de Saldungaray (Yo vivía en Sierra, pero iba al secundario de "Saldunga"). Combinar rateadas que algún día prometo contar en profundidad...

En la imagen, el patio de la casa de mi mejor amigo, Darío Lemos, hoy radicado en Puerto Rico (y maduro padre de familia).

Las personalidades, de izquierda a derecha. Parados: Darío Lemos, Patricio Eleisegui, Juan Manuel Lemos (hoy, a punto de ser papá), y Shane Petrollece (actualmente, de vuelta en su patria EE.UU. y también maduro padre de familia).

Agachados: Ricardo "Tartu" Tartuferri, Raúl (esposo de la madre de Darío y Juan; hombre bueno si los hay...), El Mostro (perro), Eduardo, y Mauricio Costa.

La imagen tiene 13 años. Y hoy puedo decir que, salvo en algunos casos, el tiempo no ha pasado. Como grandes y verdaderos amigos-hermanos, todavía peleamos por ponerle fin a los abrazos pendientes...

A veces podemos. A veces no. Pero seguimos luchando por no perder la memoria de aquellos años en los que nos entendíamos con una mirada.

Días en los que sabíamos que en cada hora de amistad transcurrida había algo que, también callado la boca, nos estaba uniendo para siempre...


Zorrito... (Imagen tomada por Ezequiel Rugiero, de Monte Grande)



Disimulando la cacería. El zorro trata de disfrazar la astucia...

Aquí, uno de los ejemplares que todavía suelen merodear los campos y rutas de Sierra de la Ventana.

La fotografía es obra y gentileza de Ezequiel Rugiero.


15 agosto 2007

Ríos de roca y madera en "La Nueva Provincia" de Bahía Blanca...

Hoy, 15 de agosto, el diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca publicó un artículo dando cuenta de gran parte de lo que sucede en éste, nuestro Blog de Sierra de la Ventana.

Pueden acceder al artículo completo haciendo clic aquí: La Nueva Provincia.

Qué decir... además del agradecimiento por la referencia, mi día transcurrió aferrado a la ilusión de que todos ustedes, parte vital de este espacio, vivieron la novedad con la misma alegría que la exhibida por quien aquí les escribe.

Encontrarme con esa nota fue, para mí, un pasito. Lo sentí como una manera “serrana” de hacernos escuchar como hijos, amigos, hermanos, vecinos, visitantes de un lugar único. Nuestro. Que nos identifica y nos une.

Por eso mismo, en pocas palabras, quería expresar mi agradecimiento a todos ustedes. A los que envían sus fotos y sus escritos para que sean publicados. A los que me mandan emails conmovedores y repletos de palabras de aliento. A los que, desde todas partes, dan vida a este portal con sus visitas...

Gracias... Y no olviden que ya somos una comunidad. Sí. Aquí. También en internet. Y todo es obra de ustedes...

Patricio Eleisegui.


11 agosto 2007

Luna creciente... (Imagen tomada por Rolando, de Buenos Aires)


Una toma increíble de la luna en llamas sobre las sierras. Tropecé de casualidad con este registro, en una de mis clásicas travesías desordenadas a través de la web. Y no pude más que intentar contactar al creador de la obra para, permiso mediante, reproducir la foto en este portal.

Para mí fortuna, no hubo inconvenientes. Obviamente, todo el agradecimiento para el amigo Rolando, de Buenos Aires, que cedió este material para que resulte publicado en el blog.


Pinturas rupestres inéditas... (Video gentileza de Piti Olague)

Un aporte por demás de valioso de mi amigo Piti Olague, de Tornquist. A continuación, el comentario que el mismo Piti hace sobre este video en su blog Capturando Luces:

"Son pinturas rupestres dejadas por los primitivos habitantes de estas tierras de las Sierras de la Ventana, se encuentran en una estancia cerca de Saldungaray, y por ende, el acceso público es restringido, estando de esta manera, protegidas, porque lamentablemente de ser de otra manera, el futuro de estas reliquias sería incierto.

"Como se comenta en el video, son de las más, sino, las más ricas en cantidad de dibujos y colores".

"Para los excépticos que pueden llegar a dudar, les comento que se encuentran en una cueva muy poco visitada, a grosso modo me atrevo a estimar entre 10 a 20 visitas anuales, contando los allegados a los dueños del campo, los que repiten, y los invitados, como yo ese fin de semana".



10 agosto 2007

Pájaro carpintero... (Imagen tomada por Nacho y Caro, de Bariloche)

Una de las especies más bellas de la Comarca de Sierra de la Ventana. Arisco como pocos, suele vérselo en nutridas bandadas. Y a la caza de cualquier gusano que ande cerca...

Esta bella imagen es gentileza de Nacho y Caro, de Tierra Mágica Bariloche.

04 agosto 2007

La escuela Nº 6 Juan Bautista Alberdi (Por Patricio Eleisegui)

Durante mi visita del mes pasado a Sierra de la Ventana sentí como necesidad volver a algunos de los lugares que más fuertemente quedaron marcados en mi memoria. Y que promovieron historias y aventuras que todavía hoy afloran; incluso en momentos impensados.

De estos sitios, la escuela Nº 6, mi primaria, sigue siendo uno de los principales, aun cuando el lugar ahora sea más grande. Y haya cambiado tanto respecto de la vez que por primera vez pisé su escalera y, casi al instante, Miriam De la Torre –maestra de 2º grado por entonces– frenó a un chico que corría alocadamente por el patio para que me muestre las instalaciones.

Ese pibe (no podía imaginarlo) terminaría siendo mi mejor amigo de la primaria. Emiliano Fernández. El Negro. Todo transpirado, apenas si me miró dos veces antes de servirme de guía. A los pocos días, descubrí que quería darme una paliza en complicidad con otros compañeros de grado. Claro, yo era el nuevo...

“Tenemos que agarrar a Patricio”, dijo el muy ladino, mientras le sacaba punta a su lápiz negro. “¿Ah, sí?”, contesté. Negro, ¿cómo no te avivaste que yo me sentaba justo al lado del cesto donde vos pelabas al pobre lápiz con el cuchillito tucán?

A partir de ahí no tuviste más remedio que hacerte amigo mío. Vos corrías más rápido que yo, pero eras mucho más duro jugando a la pelota. Y te la pasabas dando vueltas en esa bendita bicicleta de carrera azul que me costó más de un golpe ahí abajo cada vez que me la prestabas.

Todo en la escuela Nº 6. La misma que me volvió a enturbiar la mirada hace escasas semanas, cuando le mostré el lugar a mi mujer por primera vez (que, debo aclararlo, fue quien tomó las fotografías que aquí publico).

La galería sigue siendo la misma... los calefactores. El piso encerado en el que derrapé la vez que terminé en la sala de primeros auxilios por un corte profundo bajo la pera. Todavía guardo la cicatriz.

Ya no está el escenario de bloques -cubierto con esa suerte de alfombra morada- sobre el que reposaban todos los actos escolares. El recitado/canción patria que no nos salía (“Yo quiero ser granadero...”, dije una vez, en pleno 17 de agosto. Y me olvidé el resto. Todo el mundo aguardó minutos infinitos por una oración que no llegaba. Mi vieja no sabía dónde meterse...).

Tampoco está la cancha de básquet en la que metí un golazo casi de mitad de cancha en un partido contra el 4º de Gonzalo Reyes, Federico Caballero, Esteban Simon, el Tapa Massetti y compañía. La misma en la que, con Miguel Bauer y René Puhl, pintamos un mural horrible, basado en una suerte de Mazinger Z incongruente jugando al básquet. Espeluznante.

En mi último reencuentro pensé en todos esos momentos. En cómo las cosas adoptan nuevos perfiles. Cambian de rostro y de ropa. Te tratan de usted y te construyen una empalizada de ladrillos y alambre donde antes había una vista al río...

También pensé en cómo algunas de esas cosas son, en definitiva, un antojo de la imaginación. Y aunque costó al principio, puede volver a verme a los 5 años tomando coraje para entrar a la escuela nueva. Yo recién llegaba al pueblo. El Negro disparando. Los guardapolvos blancos porque recién era lunes.

Vi la cancha de básquet antes del mural. Los pasamanos rojos. El mástil y el arenero (en el que se definían interminables recreos de agarradas “varones contra mujeres”) del que fuera el jardín de infantes al que asistieron mis hermanos. Alguien pateaba muy alto la pelota y la mandaba al fondo de la panadería Switzerland...



Miré a través del vidrio de la galería y di otra vez con mis compañeros patinando en el piso encerado. Alguien había restaurado el escenario de actos para mí. Nuevamente, los padres. Del Tonga. Del Negro. De Lorena. De María de la Paz. Del Bobby. Del Agui. Del Jechu Montero. De Ariel. De todos. 17 de agosto. Mi vieja y el corte de pelo Carlitos Balá que me habían hecho casi para la ocasión

“Yo quiero ser granadero...”. Silencio. “Yo quiero ser granadero...”. Silencio. “Yo quiero ser granadero, tener mi sable y morrión... Y marchar por donde marcha, mi sagrado corazón”. Ahora sí me salió...


Otra mirada aérea... (Enviada por Raúl Pérez Santellán)

Nueva panorámica aérea de Sierra de la Ventana. Desde el barrio Golf hasta Valle Hermoso... La avenida San Martín. El puente negro. El Hotel Provincial... es tan fácil verlo todo...

La foto es gentileza de Raúl Pérez Santellán, quien ya nos había remitido otra imagen desde el aire. Pueden visualizarla aquí.


02 agosto 2007

Dibujos en el cielo... (Imagen tomada por Florencia Rodríguez Daniel)

Cercanías de Tornquist. Las nubes que juegan a su antojo con las tonalidades que propone un sol lejano. El registro es obra de Florencia Rodríguez Daniel.


Convoy... (Imagen tomada por Cecilia Nuñez)

Tren que desafía las alturas. Y el silencio de los cerros antes de llegar a Sierra de la Ventana...

Alguien me preguntó una vez cuál es la mejor forma de llegar al pueblo. Yo sólo pude pensar en el traqueteo de los rieles...

La imagen es gentileza de Cecilia Nuñez, dueña del blog "...si no vuelvo, escribo...".


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