Irene y Asee... (Parte I)
Hace ya unos meses, en una de mis acostumbradas excursiones por Internet, di con una revista que había publicado un reportaje y una reseña del libro “A caballo por la vida”, escrito por Irene Brunswig de Neddermann.
Qué decir, superada la emoción inicial al descubrir el relato de vida de quien, junto a su hermana gemela Asee, compone una de las personalidades más simbólicas de Sierra de la Ventana, puse en marcha todos los mecanismos a mi alcance para obtener el permiso que me permitiese colocar este contenido en el blog.
Para mi suerte, recibí la autorización y por ello mismo quisiera agradecer profundamente a Vanesa Guerra Malmsten, directora de la revista Con-versiones, por dejarme reproducir el texto que sigue a continuación. La entrevista y la selección de textos de “A caballo por la vida” es obra de Nora Martínez, quien además editó el libro de Irene.
“‘Allá en la patagonia’ es un libro que cuenta la historia de la familia Brunswig. Familia que huyó de la guerra para radicarse en Argentina. El libro recopila la correspondencia que la Sra. Brunswig le enviaba a su madre (abuela de Irene) desde las lejanas tierras. La Sra. Brunswig llegó a la patagonia con sus tres hijas, la mayor, María, quien hizo la selección de las cartas volcadas en el libro y las gemelas Asse e Irene.”
”Irene es el ángel con quien tuve la posibilidad de conectarme. Irene es pura luz, cuando uno la escucha, le surgen esas impostergables ganas de invitarse a su casa y dejarse llevar por el susurro de su dulce voz entonando el viento. Sus ojos claros, expresivos, nos hacen suponerla en la plenitud de la vida y seguramente no estamos errados.”
“Un encuentro casual e infinito la alojó en mi corazón. Irene es magia y paz. Vivió confundida durante mucho tiempo pero nunca se venció. Su fortaleza hizo que hoy pueda seguir tocando su acordeón y cantándole a la vida. La humildad y sencillez la acompañan y eso es lo que tal vez le permitió reponerse en los momentos más difíciles. Ella buscó todo el tiempo y sigue buscando porque un futuro la espera y porque aún queda mucho por hacer.”
Nora Martínez.
Los ochenta y tres años de una vida plena van quedando atrás y lo que vendrá está escrito en las estrellas, pero sé que el encanto y el valor de la vejez radican en mirar hacia atrás y poder decir que ha sido un regalo del Dios del cielo, haber crecido y haber vivido feliz.
Diciembre de 2000
1 comentario:
Patricio, ha sido una buena idea esto de la página de ex-alumnos,sin esta modalidad seguramente no te habría descubierto.-
Sorpresa fue ver tu artículo sobre nuestra querida Irene. Hemos compartido lindos momentos con ella,(mi esposo y yo).- También leímos su libro y otras cosas que estaban aún en borrador.- Ella sigue en Sierra,tuvo algunos problemas de salud, pero sigue luchando.-
No te he conocido ya que me fui de Sierra en el año 72, soy de la promoción del 66.
Hasta el próximo contacto.
saludos
Ester Schonfelt
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