28 julio 2008

Vergüenza (Por Patricio Eleisegui)


Pasó con la cancha del Club Atlético Ventana. También, con buena parte de las orillas de los ríos. La plaza que se extiende a pocos metros del puente que une Villa La Arcadia con Sierra de la Ventana. Como si la división fuera necesaria...

Ahora, el cartel de venta disimula –con poco criterio– las iniciales del paisaje lindero al cerro del Amor, o Ceferino, o de La Cruz. Lugar característico de Villa La Arcadia o Sierra, como se lo quiera mencionar (no entraré en la disputa distrital, no es mi objetivo).

Porque en el pueblo, parece, todo tiene naturaleza de objeto de cambio. Cotización. Valor en billetes que no alcanzan a pagar la memoria de sitios que hacen a la identidad de una localidad.

Pero eso no importa. La oportunidad es hoy. Y vaya si entienden de eso los especuladores que no guardan reparos en colocar carteles, precios, y martillos que suben y bajan. Que rematan legados como si se tratara de mercancías similares a un automóvil o cualquier producto viejo y pasado de moda.

Ahora le toca al cerro del Amor. Y lo lamentable es que esta práctica mercantil poco a poco ha ido perdiendo sorpresa. Lo común es que los terrenos se dividan en parcelas, se les coloque un alambrado presuntuoso, y se fije un tiempo de comercialización cual fecha de vencimiento típica de un sachet de leche.

A eso han reducido el valor histórico y emocional de muchos de los espacios más emblemáticos de la Comarca de Sierra de la Ventana. El espanto, parece, queda en manos de muchos de los que por un motivo u otro emigramos del pueblo. Y que en cada regreso nos encontramos con realidades que en lugar potenciar la riqueza existente no hacen más que cumplir con un mandato perverso: reemplazar lo valioso.

Quizás por eso no pude más que sentir tristeza cuando, de paso por San Bernardo, justo debajo de la casa del doctor Pugliese, di con una construcción que reemplazaba no sólo un sitio representativo del barrio (la gruta que, tallada en la roca, estaba ubicada a la vuelta de la casa de don Iros y Coca Butazzi) sino que además ahora ocupaba el recorrido que antes perteneciera a la calle que bordeaba la misma gruta.

Borraron la calle. Así de sencillo. Sin ningún tipo de escrúpulo.

A la par de mis recuerdos –ahora, en un punto, truncos– se dibujaban figuras de dudosa belleza arquitectónica en madera y ladrillo. Un palacio megalómano que en su gestación parecía burlarse de los restos pedregosos de un sitio que, antes habitado por una virgen a la que muchos rendían culto, aparecía ahora derrumbado sobre un costado del terreno.

En ese momento comprendí que Sierra había entrado en un tobogán inevitable. No el del progreso, claro. Sino en el tobogán de la depredación.

Ya de paseo en las márgenes del arroyo San Bernardo, di con cercas de todo tipo que no sólo se adueñaban de las orillas de la corriente de agua, sino que además en algunos puntos impedían el libre tránsito por el mismo caudal. Dado el panorama, la pregunta cobraba forma por sí sola: ¿es legal tomar el control del agua y sus correspondientes costas?

Es un tema que, de seguro, despertará más de una duda entre quienes saben de qué estoy hablando...

Al observar la ex cancha del Club Atlético Ventana, la plaza en Villa La Arcadia, la destrucción de la gruta de San Bernardo y su calle aledaña, la apropiación de tramos del río y, ahora, el loteo de los terrenos linderos al cerro del Amor, me asalta un nuevo interrogante:

¿Qué piensan los gobiernos municipales y sus conocidas delegaciones al respecto? ¿Acaso no están conformados, en su mayoría, por vecinos que conocen y transitan las mismas calles que aquellos que los han elegido?

En muchos casos, ¿no son parte vital de la historia viva de Sierra de la Ventana y Villa La Arcadia? ¿Adónde quedaron los valores, el respeto por la cultura común, la necesidad de mantener el legado original de localidades sujetas a un cambio permanente?

¿Dónde estará la representatividad de Sierra en unos años? ¿La identidad residirá en un complejo de cabañas con pileta y televisión por cable? ¿En un cúmulo de barrios privados y pseudo zoológicos en los que los amantes de la estupidez despuntan el vicio de cazar palomas?

Todo no es más que una enorme falta de respeto. Lo peor es que toman como propio un patrimonio que es de todos. Y lucran. Pasando por encima de valores y voluntades populares. Depredan.

Pueden verlo en estas fotografías que tan amablemente me acaba de acercar María Sol Waiman. Las tomas de la plaza de Villa La Arcadia y la construcción que ahora ocupa el predio donde estaba la gruta de San Bernardo son obra de Carla Serafini.


Lo mínimo que uno puede sentir, al contemplar cada imagen, no es más que una absoluta vergüenza. Y esa, créanme, es una de las peores sensaciones que cualquier persona puede experimentar...


Patricio Eleisegui


7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una verguenza, pero en que lugar no pasa? Donde no pasa es porque ya lucraron con todo lo que habia y no queda nada mas con lo que puedan sacar ganancias.
Lamentablemente es algo que pasa siempre en el pais que tenemos.

Anónimo dijo...

Hola aquí estoy, luego de haber leído en este Blog, todos los desastres que están sucediendo en Sierra de la Ventana, con respecto a la no Conservación de los lugares y recursos que originaron la verdadera identidad serrana.

Los que habitamos por muchos años, criamos a nuestros hijos, y donde hasta nacieron algunos de ellos, vemos hoy al regresar de visita, que ya no existen algunos lugares emblemáticos de nuestro querido lugar.

Y los que perduran se hallan es total estado de abandono y desolación...

Las construcciones edilicias "florecieron" por doquier, a mansalva, sin planificación, sin preservar el PAISAJE, recurso principal que atrae a viajeros todo el año. Ellos no vienen a buscar construcciones, se acercan por la esencia del lugar que es LA NATURALEZA.

Pero me pregunto: ¿Cuándo y quienes se dignarán a asumir las responsabilidades que les caben, y dejarán de hacerle tanto mal a este bello lugar? ¿Cuándo comenzarán a PLANIFICAR en serio, en forma SUSTENTABLE, y no les negarán a nuestros nietos la posibilidad de conocer y vivir en contacto con la naturaleza sin depredación?

El crecimiento es sin dudas necesario e inevitable, pero no debemos perder de vista la esencia, y éste debe estar al servicio de los recursos.

Por ejemplo, digo... ¿Se puede permitir tanta construcción sin tener un sistema cloacal? ¿Adónde se tiran los LIQUIDOS CONTAMINANTES?, ¿Van a parar a las aguas del río Sauce Grande?...
Me gustaría escuchar una explicación coherente.

Un Saludo para todos.

Marta Eleisegui

Vicente Marino dijo...

Yo digo...y perdonen los nativos de S. de la V...pero nadie hace nada?...yo voy desde chico ahi, y ahora a hacer montañismo o escalada a esa sierra...y veo lo mismo y me pregunto eso...nadie de los que viven ahi hace nada??? todos marcan lo que pasa pero nadie mueve un dedo...no es para ofender o acusar este comentario, pero me asombra que sean tan pocos y, perdon por la expresión, se caguen entre uds. o los caguen los políticos, y nadie trata por lo menos de evitar el desastre.
No es lo mismo si viveran millones, son cientos por dios!! algo debe poder hacerse no? lo mismo va para con los incendios o con la forestación "imbécil" de pinos por parte de los que se llaman "expertos" y que termina matando la flora nativa.
En fin, es una reflexión de un paisano foráneo...

Anónimo dijo...

Hola a tod@s los lectores del blog, estuve este fin de semana en sierra y me entretuve enterándome por ejemplo de la propuesta de "autonomía" de sierra de la ventana, de la venta de 2000m sobre el arroyo, donde hace unos cuantos años había una pistita de karting y con cada crecida del arroyo se fue de a poco así como con la última crecida importante más o menos tres años el ceibo que estaba cerca de donde el camión regrador cargaba el tanque en villa arcadia también se lo llevó... (esos terrenos también se venden) me pregunto ¿las inmobiliarias avisarán a los interesados de comprar que el arroyo crece cada tanto a pesar de su inocente apariencia de arroyito seco?, se llama Río Sauce Grande el arroyito.
Este domingo cuando paró de caer agua nieve fue tan agradable ver la organización de una "actividad familiar" en villa la arcadia, pero solo para las familias 4x4 que fueron las únicas que subieron el cerrito del amor en camioneta, marcaron el futuro "barrio privado ceferino" (porque no da llamarlo barrio privado cerrito del amor). ¿nadie sabe algo de inclusión social? repeto por la cultura del lugar? Qué inocente que soy!
Sr. Turista apúrese a ir a ventana y sacar fotos que se vienen las torres.

Saludos!!!!!

Roxana

Dan dijo...

Por lo que veo en las fotografías la cara visible de la depredación tiene nombre, apellido y local a la calle.

Gabriel Julián Sus dijo...

Esto había que publicarlo en todas las redes sociales, así la gente se cansa y saca a estos gobernantes a las patadas, no se merecen otra cosa.

Gabriel Julián Sus dijo...

Este tipo de cosas pasan mucho en el país, sino intenten llegar al Lago Escondido en la Patagonia, o bañarse en alguna playa entre Mar del Plata y Miramar, después del arribo del menemato al país se impuso como cultura transferir espacios públicos a unos pocos privados.

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