Donde habita la fe... (Imágenes tomadas por Eugenio Fuhr, de Tornquist)
Virgen de Lourdes. Capilla que asoma entre los cerros y hace de Villa La Arcadia un copioso transitar de fieles los domingos. Quizás también un lunes. Tal vez un miércoles. Sólo Dios puede saberlo...
El recuerdo imborrable.
De esos atardeceres en una casa de madera blanca que, con la excusa de la palabra santa, nos permitía extender el picado que había quedado inconcluso de la mañana, en la escuela Nº 6...
Capilla de Lourdes. Mis hermanos: Alan y Jonatan. Después, mi hermana, María Sol. También yo. El moño color crema en un brazo, la camisa blanca, las estampitas para regalar. Primera comunión. Segunda comunión.
Pasaron los años. Irse para volver siempre, aunque sólo a veces... Y un día las calles de Villa La Arcadia vuelven a ponerme frente a esa cruz, esos bancos de madera, esa fachada siempre flaca de pintura, que rememoran parte de la infancia.
Fue hace dos años.
Nada había cambiado. Sólo yo. Pero no me había dado cuenta hasta que abrí la puerta. Y la luz de los ventanales volvió a encandilarme como en aquellos imborrables tiempos.
Ahora, al repasar estas fotos -que son obra del amigo Eugenio Fuhr-, vuelvo a darle vida al recuerdo.
Nada ha cambiado.
Sólo yo.
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